domingo, 12 de octubre de 2014

Un nuevo desafío

En verdad, En verdad os digo: el que cree en mí, las cosas que yo hago, él las hará también, y aún mayores a éstas hará, porque yo voy al Padre. Juan 14:12

Mi padre también es pastor, y desde muy pequeño me enseño con su ejemplo, el gran privilegio de servir en la obra de Dios. 
Estoy acostumbrado a los traslados, que siempre he visto como una bendición. Nueva casa, nuevo colegio, nuevos amigos, etc.
Después de haber trabajado como pastor en el distrito misionero de Huepetuhe de la Misión Sur Oriental del Perú, 
recibí la llamada del secretario de la Misión, el cual me comunicó que necesitaban un pastor que pueda atender en Distrito Misionero de Sicuani B. 
Me explicó que era un distrito mucho más grande, con 16 lugares para atender, entre iglesias y grupos. 
Debía alistar mis cosas con prontitud, porque el sábado estarían presentado al nuevo pastor en Huepetuhe y yo debía ser presentado en Sicuani B.
Llegando a Huepetuhe,alisté mis cosas, me despedí de los hermanos, ayudé a mi amigo, el nuevo pastor, a conocer y a explicarle detalles de su nuevo distrito. Tuve una última reunión con la junta de la iglesia, Ellos me hacían preguntas, ¿Por qué tan rápido se nos va? cada uno de ellos, me dieron animosas palabra de despedida y aprecio. Les dije: Mis apreciados hermanos, estoy muy agradecido a Dios porque me permitió crecer en este corto tiempo, a lado de ustedes. Ahora, quiero abrirles mi corazón y darles algunas indicaciones:
1.     Preséntese a su nuevo pastor, no esperen que él los busque.
2.     Comprométanse con él, invítenlo a casa y acompáñenlo a visitar.
3.     Compartan su experiencia, sus sueños con él y con la ayuda de Dios continúen los proyectos trazados.
4.     Yo llamaré al pastor, preguntaré por ustedes, y espero escuchar buenas noticias, y si realmente me han apreciado como me lo han expresado, seguirán este consejo de su amigo y pastor que los recordará siempre.

Después de recibir el abrazo de despedida, me enrrumbé camino a mi nuevo distrito.
Llegado a Cusco pasé por la misión sur oriental del Perú en donde me atendieron y me dieron mucho ánimo y consejo para este nuevo gran desafío.
Dios siempre me ha acompañado. Aprendí de mi padre a dar lo mejor de mí, y colocarme la camiseta de mi nueva responsabilidad y sudarla hasta el final,dando alma corazón y vida.
Aferrado de Dios, y seguro del éxito que él me daría, aún sin conocer el lugar, miraba confiado y lleno de gozo, este nuevo distrito, Sicuani B,conocido como “La Perla del Vilcanota”, al cual yo le llamaría: Sicuani, La Perla sin Igual.

¡Has pensado en la gran bendición que tienes HOY! Ama lo que Dios te ha dado.
Da lo mejor de ti en tu relación con Dios, con tu familia, con tu prójimo.
Esfuérzate y acepta los grandes desafíos de la vida, mira cada desafío como bendición.
Pon tu vida en Jesús,cumple la misión de todo corazón, Él ha prometido que mayores cosas harás.


0 comentarios:

Publicar un comentario